Todos hemos recibido golpes en nuestra vida, algunos de estos golpes pasan desapercibidos, no dejan huella, no sangran; pero hay heridas contundentes que lastiman hasta el alma, te hacen dejar de creer poneniendote al limite.
Es en ese preciso instate, donde te das cuenta de lo que de verdad eres capaz de hacer y de las limitaciones que te impones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario